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domingo, 29 de julio de 2012

dulces buenos días



Duermes y te miro, y de un momento a otro me recorre ese inoportuno escalofrío que siempre me susurra tu nombre. Cierro los ojos y pienso, ''esto tiene que ser un sueño'', los vuelvo a abrir, sigo escuchando tu respiración, y aún estando en el otro lado de la cama, puedo percibir ese aroma tan dulce de tus labios. 
No puedo parar de pensar en aquel momento en que pronunciaste mi nombre por primera vez, nadie nunca lo había dicho de una manera tan dulce como tú. Y cada vez que cuento los minutos pasados, las dulces horas y los inigualables días me doy cuanta de que cada vez hay más. Tendremos más sueños interminables y mas noches perfectas como esta. Despertar en tu abrazo, nadie jamás lo podría entender si no lo siente, y solo yo tengo ese privilegio. 





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